La Teología de la Última Generación enseña que, antes del regreso de Cristo, habrá una generación de justos que habrán vencido el pecado y reflejarán plenamente el carácter de Cristo. Estos estarán sin pecado antes del cierre de la puerta de la gracia:

“El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.” (Apocalipsis 22:11, RV1960)

Este grupo es identificado en la Biblia como los 144,000:

“Despues de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplace viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Y vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de dañar la tierra y el mar, diciendo: No dañéis la tierra, ni el mar, ni los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.” (Apocalipsis 7:1-4, RV1960)

“Despues miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de su Padre escrito en la frente.” (Apocalipsis 14:1, RV1960)

Elena de White se refirió a este grupo como “la generación de Enoc”:

“Enoc pasó su vida en tan íntima comunión con Dios, que no se le permitió caer bajo el poder de la muerte. El piadoso carácter de este profeta representa el estado de santidad que deben alcanzar todos los que serán ‘redimidos de entre los de la tierra’ (Apocalipsis 14:3).” (Patriarcas y Profetas, p. 68)

La Perfección de Carácter y el Pecado

La perfección de carácter no debe confundirse con el perfeccionismo farisaico. Existen quienes argumentan que es imposible dejar de pecar, basándose en la doctrina del “pecado original”. Sin embargo, la Biblia define el pecado de manera clara:

“Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.” (1 Juan 3:4, RV1960)

“Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” (Santiago 4:17, RV1960)

“Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.” (Romanos 3:20, RV1960)

“¿Qué diremos, pues? La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.” (Romanos 7:7, RV1960)

El pecado se origina en la mente:

“Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.” (Mateo 15:19, RV1960)

“Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.” (Mateo 5:28, RV1960)

“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.” (Santiago 1:13-15, RV1960)

¿Se Puede Vencer el Pecado?

Sí, es posible vencer el pecado a través de Cristo:

“Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.” (1 Juan 3:9, RV1960)

“Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” (2 Corintios 10:5, RV1960)

“Y aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría.” (Judas 1:24, RV1960)

Cristo es nuestro ejemplo en la victoria sobre el pecado:

“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.” (Hebreos 2:14, RV1960)

“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” (Hebreos 4:15-16, RV1960)

“Respondío entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.” (Juan 5:19, RV1960)

¿Pecarán los 144,000?

La Biblia enseña que este grupo estará libre de pecado:

“Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” (Apocalipsis 14:12, RV1960)

“Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.” (Apocalipsis 22:14, RV1960)

Conclusión

La Teología de la Última Generación nos muestra que es posible vencer el pecado y reflejar plenamente el carácter de Cristo. La Biblia y los escritos de Elena de White señalan que habrá un grupo especial, los 144,000, que vivirán sin pecado antes del cierre de la gracia. Lejos de ser una doctrina de perfeccionismo extremo, esta enseñanza resalta la obra transformadora de Cristo en la vida de los creyentes. En última instancia, depender completamente de Dios y su poder es la clave para alcanzar la victoria sobre el pecado y prepararnos para su venida.