Después de más de un mes de amenazas, advertencias y acumulación de tropas en la frontera ucraniana, Vladimir Putin, presidente de Rusia, no solo envió tropas a las dos regiones separatistas de Ucrania, Donetsk y Lugansk, sino que también está atacando a Ucrania en sí.

Al momento de escribir este artículo, los medios de comunicación han informado de ataques en curso en Kiev, la capital de Ucrania, así como en las ciudades de Kharkiv, Mariupol y Myrhorod, entre otras. Las tropas rusas invadieron desde la vecina República de Bielorrusia en el norte y la República de Crimea en el sur.

“Ucrania ha declarado ley marcial y ha cortado todas las relaciones diplomáticas con Rusia. Dice que armas se entregarán a cualquiera que las desee”, dijo un artículo de la BBC. Hasta ahora, “decenas de personas han muerto, incluidos unos 10 civiles”.

Reuters declaró que es “el mayor ataque de un estado contra otro en Europa desde la Segunda Guerra Mundial”.

Ecos de la Guerra Fría

Para un estudioso de la historia, este conflicto no es nuevo ni sorprendente. Las semillas se remontan a la Guerra Fría, durante la cual gran parte del mundo se dividió en dos campos: la OTAN, bajo el liderazgo de los Estados Unidos, y el Pacto de Varsovia, bajo la Unión Soviética. Por décadas, estas organizaciones fueron enemigas ideológicas feroces. En cuanto a Ucrania, en este punto, era parte de la Unión Soviética.

Sin embargo, el colapso de la Unión Soviética a fines de la década de los 80 y principios de la década de los 90 y la disolución del Pacto de Varsovia, hicieron que algunos de los antiguos aliados de la URSS, como Polonia, Hungría y la República Checa, se unieran a la OTAN. Si bien Ucrania no lo hizo, sí declaró su independencia de la caída de la Unión Soviética; y en esta última década, ha tomado medidas decisivas para convertirse en miembro de la OTAN.

Esto no le sentó bien al a reinante autócrata de Rusia. Putin “ha calificado la expansión de la OTAN de ‘amenazante’ y afirmó que la perspectiva de que Ucrania se una al cuerpo es una amenaza existencial para su país”.

Pero en cuanto a las razones directas de la invasión ucraniana, el presidente alegó “el objetivo [es] … desmilitarización y ‘des nazificación'”, la última de las cuales ha sido etiquetada como “absurda” por muchos, sobre todo por el propio presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, un judío. Sin embargo, Putin ha afirmado que “los neonazis tomaron el poder en Ucrania” y “[han] sido responsables de ocho años de genocidio”. Estas acusaciones no tienen fundamento.

Muchos otros ven el movimiento de Putin como uno de clara “agresión”. Por ejemplo, el primer ministro de Letonia, Krišjanis Karinš, mencionó que: “Está luchando por el poder”.

En cuanto a la respuesta del mundo, todo tipo de sanciones económicas se están aplicando inmediatamente contra Rusia, pero ese es el punto. Nadie está hablando de enviar tropas a Ucrania. La actitud en Los Estados Unidos, la potencia mundial más capaz de una respuesta militar es de frustración y preocupación por los problemas internos, en lugar de extranjeros, como “COVID, inflación, seguridad”. Y ahora, con las sanciones impuestas, los estadounidenses pueden agregar a la lista, precios de gasolina más extenuantes y disparados.

De hecho, antes del ataque, “una nueva encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research” encontró que “el 26% [de los estadounidenses] dicen que Estados Unidos debería tener un rol importante en el conflicto… cincuenta y dos por ciento dice un papel menor; 20% dice que ninguno en absoluto”.

A la renuencia pública se sumaron las dos guerras recientemente fallidas de Estados Unidos en Irak y Afganistán.

Por ahora, aunque las sanciones económicas sin duda perjudicarán a Rusia y aunque han habido protestas de guerra dentro del país, Putin parece no inmutarse.

“No os turbéis”

Inmediatamente después de una pandemia de dos años que ha cambiado drásticamente la vida en todo el mundo, ahora tenemos una guerra en desarrollo, en tiempo real, justo ante nuestros ojos, una guerra que podría convertirse en la mayor conflagración en Europa desde que los nazis fueron derrotados en la Segunda Guerra Mundial.

“Si él (Putin) puede atacar a Ucrania, podría ser cualquier otro país europeo”, señaló Karinš.

“La agresión generalizada de Rusia es una amenaza para el mundo entero y para todos los países de la OTAN”, advirtió el primer ministro de Estonia, Kaja Kallas.

Sin embargo, aunque la paz mundial parece estar pendiendo de un hilo, la Biblia dice claramente que no hay que preocuparse. De hecho, Jesús mismo dijo “Mas cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin.” (Marcos 13:7) ¿Qué es este nuevo desarrollo en Europa sino “guerras y rumores de guerras”? ¿Cuáles son todas estas adversidades de los últimos dos años sino señales de los tiempos que anuncian la segunda venida de Jesucristo?

Cristo nos reveló estas señales hace miles de años para nuestro propio bien. Los últimos días no serán sólo “nación… [levantándose] contra nación, y reino contra reino”, sino que Jesús también predijo ” pestes, hambres y terremotos” (Mateo 24:7). ¿No hemos visto cada vez con mayor rapidez todas estas cosas suceder?

Pero entonces, Cristo declaró claramente: “Y todo esto será principio de dolores” Al igual que los dolores de parto, estos signos solo se fortalecerán con el tiempo.

Cada día, estamos viendo más y más la inutilidad de poner nuestra esperanza en este mundo, en sus angustias, sus miedos, sus inestabilidades. Pero hay otro mundo por venir; y a través de Cristo tenemos la oportunidad de ser sus ciudadanos. El tiempo se está acabando, pero aún no se ha agotado. Necesitamos usar el tiempo que nos queda sabiamente, y ¿qué mejor lugar para comenzar que nuestra serie esencial de horas de estudio de la Escuela Sabática sobre la Preparación para el Tiempo del Fin?

Pon tu esperanza en Jesús en medio de estos tiempos difíciles. Aférrense de Su poder, Su fe, Sus promesas, y prepárense para Su “Liberación Definitiva”.

Fuente: amazingfacts.org

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